¡No reces!

¡NO RECES!

Desde niña, Aracely sentía contacto con espíritus y presenciaba situaciones paranormales. Al casarse y mudarse a una casa en Nezahualcóyotl, Edo. de México, esta etapa se convirtió en la mayor pesadilla de su vida.

Así ocurrieron lo hechos…

SENSIBLE A LO PARANORMAL

De niña, Aracely veía espíritus. Su madre, preocupada, la llevó con una señora que hacía limpiezas espirituales. Durante una sesión, la colocaron en un círculo de fuego, y la llama creció a su alrededor. La señora le dijo que era sensible a lo paranormal, lo que marcó su infancia con incertidumbre sobre lo que veía.

Más tarde ya con 20 años, Aracely tiene un hijo con su primera pareja, pero la relación termina y se enamora de Hugo. Ambos deciden formar una vida juntos, cada uno con sus hijos. Tras perder sus empleos, se mudan a una casa en reparaciones con una renta baja, donde comienzan a ocurrir cosas extrañas. Primero escuchan ruidos raros, luego unos perros matan a uno de sus gatos. Aunque Aracely entierra al gato, lo ven esa misma noche caminando sin ojos por la cornisa del tejado, lo que los deja desconcertados.

Días después, los hijos de Aracely cuentan que juegan con niños invisibles en la azotea. Asustados, Aracely y Hugo deciden enviar a sus hijos con sus abuelos. Aunque Hugo siempre fue escéptico, algo cambia cuando Aracely, al subir a la azotea, escucha murmullos y lo llama para que la ayude. Ambos escuchan niños jugando, pero no ven a nadie. Al bajar corriendo, las voces les gritan: “No se vayan”. Desde ese momento, ambos se dan cuenta de que algo extraño está ocurriendo en la casa.

"...al bajar corriendo, las voces les gritan: “No se vayan”."

El ambiente de la casa se volvió más oscuro y pesado. Las malas vibras los envolvieron, afectando su economía y llenando su hogar de un hedor putrefacto que invadía sus ropas, alimentos y espacios.

¡UNA ENTIDAD ABUSÓ DE MI!

¡UNA ENTIDAD ABUSÓ DE MI!

A Hugo y Aracely ya les daba miedo estar solos en la casa por lo cual invitaban amigos a pasar el fin de semana con ellos. Ese día uno de sus hijos (4 años) estaba enfermo y Aracely se quedó cuidándolo en su habitación. Aracely recuerda esa terrible noche en que su esposo no fue el mismo.

De repente Hugo entró a la habitación con una mirada irreconocible y con actitudes que la hicieron percibir que no era su esposo sino alguien más que estaba en el cuerpo de su esposo. La agrede y la fuerza a tener relaciones sexuales. Ella gritando le pide que se detenga. Los amigos escuchan los gritos en la planta baja y suben rápidamente a ver qué ocurría. Al entrar a la habitación, rompen el trance en el que se encontraba Hugo y él reacciona sin entender por qué estaba en la habitación con Aracely.

Hugo no tiene recuerdos de nada de lo sucedido. Es como si de verdad algo se hubiera apoderado de él.

Un miércoles de ceniza, Aracely regresó de la iglesia a la casa. Todo era normal, hizo la misma rutina de siempre al llegar; prender las luces de una en una, en secuencia para no quedarse atrapada en la oscuridad. Se dispuso rezar su oración en la cocina, pero algo diferente sucedió esta vez, las luces se apagaron y sintió una presencia escalofriante que con voz gutural que le susurró al oído: “¡Shhhh!, ya no reces…”

Aterrada salió corriendo inmediatamente de la casa.

¡UN PECADO, UNA MALDICIÓN!

Hugo cree que los eventos paranormales los acosan porque su relación con Aracely comenzó mientras ella aún estaba con su anterior pareja, lo que considera un “pecado”. Para combatirlo, llevaron un cirio bendecido con fuego pascual a la casa, y mientras la vela permaneció encendida, la situación mejoró y los fenómenos paranormales cesaron.

Sin embargo, una noche, una ventana se abrió de golpe, apagando el cirio y las luces de la casa. Inmediatamente, comenzaron a escuchar ruidos aterradores y golpes en la puerta de su habitación, lo que llenó a Hugo y Aracely de miedo. Finalmente, todo quedó en silencio, y la pareja huyó a casa de la dueña, quien no les creyó. A la mañana siguiente, la dueña llevó a un cura para bendecir la casa y calmar a la pareja.

Después de bendecir la casa, los fenómenos paranormales se intensificaron. Objetos comenzaron a moverse solos, y la familia vio figuras espectrales a todas horas. Una mañana, mientras Aracely se bañaba, vio la silueta de su esposo a través del acrílico, pero al salir encontró su ropa en el suelo y descubrió que él seguía dormido.

Más tarde, en el trabajo, Aracely llamó a Hugo, pero al insistir, una voz gutural respondió: “Hugo no está”. Aterrada, corrió a casa, donde escuchó un saludo, pero no encontró a su esposo por ninguna parte.

"...para combatirlo, llevaron un cirio bendecido con fuego pascual a la casa"

UN NUEVO HOGAR

UN NUEVO HOGAR

Hugo y Aracely, agotados por la situación, reúnen dinero y abandonan la casa, instalándose en un departamento donde recuperan la tranquilidad. Creen que la casa estaba maldita y habitada por demonios. Sin embargo, un día Aracely vuelve a escuchar el susurro de la voz gutural en su nuevo hogar.

Ahora teme que los espíritus la hayan seguido y que en cualquier momento puedan desatar otra pesadilla.

¡LOS TESTIMONIOS!

Aracely y Hugo nos comparten su versión de los hechos