El 27 de Abril del 2006, llega a nuestras oficinas un comunicado de la reserva ecológica de Peña de Lobos, que los visitantes están siendo atemorizados por lo que creen ellos es una bruja; Una semana antes dos campistas narraron los siguientes hechos:
“Adentrándonos al valle de Peña de Lobos para buscar leña para nuestra fogata nos percatamos de una sensación muy curiosa, íbamos mi esposa y yo, los niños se quedaron en la tienda cerca de las cabañas; cuanto más caminábamos en las laderas de este valle, escuchábamos murmullos, al voltear solo veíamos los arboles que se movían con el viento, le comente a mi esposa que estos ruidos probablemente eran producidos por las hojas de los mismos arboles, pero justo cuando nos tranquilizamos escuchamos un grito o un gruñido algo entre estos dos que la verdad nos erizó la piel; dejando los leños en ese lugar y huimos hacia la tienda…”
